Perdida en el laberinto...

Lo peor quizá no sea cuando te sientes mal o cuando estás sola, lo peor es cuando no te comprenden, cuando piensan que te sientes de una manera y en realidad estás hecha una porquería...

A una persona que no se conoce a sí misma es muy difícil entenderla y llegar a averiguar todos sus secretos, por mucho que se intente.

Punzada al corazón que me deja sin respiración. Me deja helada, sin palabras, tocada y hundida. Hundida en un pozo sin fondo en el que no habrá lágrimas porque las guardo todas en mi interior, para que en las noches en que ya no puedo más me hagan compañía.

En busca de algo que tenga sentido

Matar a un pájaro que vuela en libertad, darle una cuchilla al que pide ayuda, cerrar la puerta a la felicidad, enjaular mi alma, sacar a un pez del mar para obligarle a que viva en tierra, cercar mi corazón con alambre de espino, dejar salir a los demonios para que me vengan a buscar…

Insensible dejo que el tiempo pase, que la vida me lleve hacia la oscuridad de los días del olvido; inevitablemente me voy acercando al final, sin darme cuenta de que más allá no habrá nada, con la mirada perdida busco la ilusión, pero la niebla me impide ver más lejos…

Tiradas en el suelo me esperan...

Sé que cuando me encuentro una me pasa alguna desgracia o me trae mala suerte, pero no sé si es porque he asumido que estoy avocada al desastre o que simplemente pienso que ésta será diferente y me cambiará la vida…
Siempre he creído que si me las encuentro será por alguna razón que aún no he logrado averiguar, así que mi deber es recogerlas y llevarlas conmigo a modo de amuleto que no da nada de suerte…
No obstante, la que me encontré el 31 de diciembre de 2007 después de haber conseguido los zapatos que andaba buscando, tiene pinta de ser diferente al resto y augurarme un buen año, o al menos ése es el significado que le quiero dar.