2 de noviembre de 2007

Flores para un difunto

Postrado en la cama con su cuerpo descomponiéndose para volver a su esencia pura.
"Polvo somos y en polvo nos convertiremos".

Aunque por fuera estuviese demacrado, su espíritu se resistía aún a abandonar este mundo, alargando la agonía, luchando contra la innombrable en una batalla que inevitablemente acabará por perder, porque según nos han explicado es 'ley de vida', es el ciclo que debemos obedecer.
"Somos seres avocados a la muerte"
UNAMUNO

Vivimos en una cultura obsesionada con el tema de la muerte, sólo aliviados por la dualidad del cuerpo y el alma que nos han sabido vender. Refugiándonos en el consuelo de que el alma sobrevivirá y llegará a la otra vida, la verdadera y definitiva, dejando atrás ésta de tránsito llena de decepciones.
Al final, siempre acabará llegando el día en que nos toque ir al lugar del que nadie sabe, al misterio de una mejor vida o a la simple desmaterialización.
Es por esta conciencia de existencia que el hombre (considerado como especie) se preocupa por dejar huella, por ser recordado en los tiempos venideros y no pasar al olvido.

"Aunque te hayas ido, aunque ya no te tenga aquí, siempre te guardaré en el recuerdo, sin importarme si existe o no un lugar más allá a donde ir. Sabiendo que cuando la dama negra me visite será para volvernos a unir..."

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