30 de noviembre de 2008

But it's better if you do

No podía pedirle más a la vida porque la había exprimido hasta el punto de dejarla seca. Las últimas gotas habían sido demasiado amargas durante estos últimos meses. De hecho, habían sido tan difíciles de tragar que cada vez que éstas bajaban por su garganta se la desgarraban como si fuesen cuchillas.

Lo único que aliviaba su amargura era el alcohol, se había convertido en su único aliento para seguir en esta triste existencia... Nadie le podía ayudar a salir de la espiral en la que se dejaba perder porque tampoco quería salir de ella. Era más fácil cobijarse en la melancolía y en los momentos guardados con recelo en su cabeza pero ya desgastados por el tiempo; era más fácil porque de esa manera lograba engañarse y construirse su propio universo.

Lo único que le quedaba ahora y que se resignaba a apartar de su mente era el recuerdo del sabor a vodka con Redbull y a cigarrillos que le había robado a aquella boca que tanto extrañaba...

Era por eso que en las horas muertas de la noche resucitaba de su letargo y sentía que toda la fuerza le era devuelta a cada sorbo.

Por las mañanas, vuelta a lo mismo... dolor de cabeza insoportable como su carácter y todos los recuerdos bonitos que aún conservaba borrándose de la forma más desagrable posible...

Así decía que vivía, aunque en realidad sólo se destruía cada día un poco más...

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