Era una noche fría, oscura y melancólica, aquel pobre bicho se sentía solo y desamparado casi como si le hubiesen abandonado, lo que no sabía aquel bichito era que el hecho de no tener noticias de alguien no quiere decir que no se acuerden de ti, de hecho puede que te tengan más en la memoria de lo que te imaginas…
Hay veces en las que te encuentras perdido, en las que te haces muchas preguntas y no hallas respuestas, en las que necesitas tiempo a solas para aclarar tus ideas, para pensar, meditar, reflexionar… Necesitas un tiempo que en realidad no sabes si te servirá para algo o simplemente para volverte un poco más loco, pero que en definitiva lo necesitas.
Es como si en la locura de la soledad pretendieses ver la luz, como si esperases resolver el misterio que se esconde, el enigma de la vida, el deseo de una suicida…
Hay veces en las que no eres consciente de lo que escribes, pero las palabras inundan tu mente y algo te obliga a ponerlas sobre el papel o en este caso a teclearlas. Te vienen a la cabeza sin saber por qué y una de dos, puedes hacer caso omiso o por el contrario dejar que fluyan y aparezcan en la pantalla. Hay gente que a esos delirios los llama inspiración o visita de las musas, para mí sólo es la plena demostración de cuán perturbado puede llegar a estar uno… Eso me recuerda las noches en vela con la mente en blanco pero escribiendo como si estuviese poseída, los despertares a medianoche en busca de papel y lápiz para plasmar esas ideas, la eterna búsqueda de la palabra exacta, de la expresión precisa, del texto perfecto…
Obligada a expresar lo que pienso y siento mediante la escritura, decirlo sería como cavarse uno su propia tumba, una locura. Miles de cosas por escribir, miles de cosas por ver nacer y morir, por vivir y sentir. Intentas que no quede nada en el tintero, procuras expresarlo todo con gran esmero, sin demasiada artificiosidad sólo pretendiendo que sea sincero, escribiendo con propiedad, que de eso sabe Lázaro Carreter toda una barbaridad… (¡Qué hijo de perrilla! xD)
Hay veces en las que te encuentras perdido, en las que te haces muchas preguntas y no hallas respuestas, en las que necesitas tiempo a solas para aclarar tus ideas, para pensar, meditar, reflexionar… Necesitas un tiempo que en realidad no sabes si te servirá para algo o simplemente para volverte un poco más loco, pero que en definitiva lo necesitas.
Es como si en la locura de la soledad pretendieses ver la luz, como si esperases resolver el misterio que se esconde, el enigma de la vida, el deseo de una suicida…
Hay veces en las que no eres consciente de lo que escribes, pero las palabras inundan tu mente y algo te obliga a ponerlas sobre el papel o en este caso a teclearlas. Te vienen a la cabeza sin saber por qué y una de dos, puedes hacer caso omiso o por el contrario dejar que fluyan y aparezcan en la pantalla. Hay gente que a esos delirios los llama inspiración o visita de las musas, para mí sólo es la plena demostración de cuán perturbado puede llegar a estar uno… Eso me recuerda las noches en vela con la mente en blanco pero escribiendo como si estuviese poseída, los despertares a medianoche en busca de papel y lápiz para plasmar esas ideas, la eterna búsqueda de la palabra exacta, de la expresión precisa, del texto perfecto…
Obligada a expresar lo que pienso y siento mediante la escritura, decirlo sería como cavarse uno su propia tumba, una locura. Miles de cosas por escribir, miles de cosas por ver nacer y morir, por vivir y sentir. Intentas que no quede nada en el tintero, procuras expresarlo todo con gran esmero, sin demasiada artificiosidad sólo pretendiendo que sea sincero, escribiendo con propiedad, que de eso sabe Lázaro Carreter toda una barbaridad… (¡Qué hijo de perrilla! xD)
1 comentario:
sep.. el final lo ha rematao xDDD
ainss como t echo de menosssssssssssssssssssssssss
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